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domingo, 29 de julio de 2012

ELEFANTE BLANCO


"La esperanza no vendrá de los mercados, ni aunque baje la prima de riesgo; tampoco de las administraciones, aunque dejen de recortar sus responsabilidades para con los más vulnerables. Mucho menos de los poderosos, sean estos políticos, banqueros, religiosos o empresarios. La esperanza surge de la sociedad civil, del tejido social solidario, de la ciudadanía que ayuda a rescatar lo esencial. Frente a la competencia, la cooperación; frente a la fascinación por el crecimiento, el desarrollo sostenible y la redistribución; frente al interés particular, la lógica del bien común; frente al desánimo y la alienación, la fiesta compartida y abierta".
  
    (Javier Baeza. Pregón de apertura de la  fiesta vallecana 2012)



 Ayer  vi por fin la película, ya que no pude asistir a su estreno en San Carlos Borromeo, mi casa.

El hospital más grande proyectado jamás en Sudamérica. 
Una mole de ladrillo abandonada en los años 30
antes de terminarla.

Eso es el elefante blanco del título de la nueva película
de Pablo Trapero.

En 1935,  la Liga Argentina contra la tuberculosis recibió 3 millones de pesos para levantar el hospital, más una subvención anual de 1 millón de pesos para mantenerlo.
Se iniciaron los trabajos en 1937, pero 2 años más tarde se abandona la construcción aduciendo falta de fondos. Ubicado en Mataderos, está levantado en el corazón de la Villa Oculta, como se la conoce desde que la dictadura militar construyó 2 muros para esconder la pobreza de su gente a los extranjeros que visitaban el país para ver el mundial de Futbol de 1978.

Perón retoma el subsidio que entrega de nuevo a la Liga , pero ésta, en 1965, devolvió el edificio al gobierno.

 Las Madres de Plaza de Mayo lo tomaron en 2005 para un gran centro cultural y de formación de oficios,  recuperándolo para el pueblo. Allí se llevaron a cabo iniciativas como la construcción de viviendas para los villeros, integrándose muchas mujeres en la obra; también un jardín maternal donde dejar a los hijos de las trabajadoras  y un comedor social. Hubo también un espacio para la comunicación a través de una radio. La gente, algunos pòr primera vez, se sienten orgullosos del trabajo que realizan, de ser legales, de no tener que robar para dar de comer a los hijos, de recuperar la dignidad.
 
Aquí situa Pablo Trapero la acción de su película. Un homenaje al Padre Múgica y a tantos curas villeros que  se erigen como generadores de alternativas a la delincuencia, al narcotráfico, a la pobreza y a la injusticia. Trabajar las causas, la prevención, además del consumo; abrazarse en el encuentro y tomar partido.
   
“Cuando la fe no basta para salvar vidas, hay que actuar”.

Es la historia, dice la crítica, de la amistad entre dos curas, asentados en una barriada de Buenos Aires, para seguir alli su labor social.Y la de Luciana: la trabajadora social que lucha codo a codo con ellos. Su trabajo les enfrentará a la jerarquía eclesiástica y a los poderes públicos, a la policía,  arriesgando sus vidas por defender su compromiso y lealtad hacia los más humildes vecinos del barrio.
El centro de la película es el compromiso que los curas y Luciana tienen con sus vecinos.  Dice el director: “El prójimo, es una persona que está al lado y que muchas veces no miramos.”

“Trapero, no creyente, se muestra interesado en el debate interior, entre la vocación y los deseos de los religiosos y voluntarios que trabajan en primera linea. En sus crisis de fe, en sus dudas y sus implicaciones. En la evolución de pensamiento y actos, como en aquella otra película, La Misión.
    Es  un   acercamiento a la realidad argentina (Villa Virgen),  una villa miseria, donde la droga, las mafias la muerte y la pobreza acampan a sus anchas, abandonadas por el gobierno, los poderes administrativos y la sociedad,  solo sostenida por la fe y la dedicación de unos religiosos y una trabajadora social.

 
Nos muestra conflictos de fe ante “la inminente muerte, la lentitud de la burocracia , ante la violencia, ante el amor, ante la culpa… " Hay un posicicionamiento, una toma de partido, una opción personal.Como diría el cura que inspira la película: "Pecar es negarse a amar. No hay pecado sexual: hay pecado contra el amor" (Múgica). 
La descripción de la vida de los curas en las villa miseria, su misión de acompañar y estar presentes en la vida ordinaria de una situación de intensa pobreza. La rehabilitación de chicos toxicómanos, la construcción de viviendas dignas, la mediación en conflictos de rivalidades… Atentos al sufrimiento de los más pobres, con la  denuncia de esa pobreza y la injusticia. La entrega hacia los más  débiles, la más alta solidaridad.

 Peio Sanchez, especialista en cine y teólogo, escribe:  "No deja de ser sorprendente y destacable que en esta hora se presente a un sacerdote como modelo de ética ."

 He visionado una entrevista al Padre Múgica donde deja muy clara su opción política.
Descendiente de vascos, hijo de un político de familia de la alta burguesía, tercero de 7 hermanos,  Su padre perteneció al partido Conservador, y fue concejal, diputado, intendente de Buenos Aires, además de otros cargos. Y en esa entrevista de televisión, él dice textualmente:

“PIENSO QUE LA PALABRA PATRON Y OPRESOR SIGNIFICAN LO MISMO. EN EL SISTEMA CAPITALISTA, EL SER EMPRESARIO O PATRON, NECESARIAMENTE, SUPONE LA CONDICIÓN DE OPRESOR, PORQUE  LA ESTRUCTURA DE LA EMPRESA CAPITALISTA SE BASA EN LA EXPLOTACION DEL HOMBRE POR EL HOMBRE. ASI ESE PATRON, SE LLAMA PERONISTA O SE LLAME CRISTIANO O LO QUE FUERE, EN LA MEDIDA EN QUE ME OPRIME, YO TENGO EL DEBER DE LUCHAR NO CONTRA EL , SINO POR MI LIBERACIÓN, TENGO QUE SACARLE EL PIE QUE EL ME PONE ENCIMA , NO POR ODIO HACIA EL,  SINO POR AMOR HACIA EL, PORQUE A EL LE HACE  MAL OPRIMIRME Y A MI ME HACE MAL QUE ME OPRIMA.”



Vive tiempos de golpes de estado, de cambios de gobierno,  de represiones indiscriminadas, y de creciente empobrecimiento de las clases humildes, donde “La sociedad va reventando las costuras.”

El último periodo de gobierno de Perón estuvo marcado por la violencia.  Y esa  ola violenta a que afectaba al país lo llevó a reflexionar sobre la violencia  institucionalizada y la violencia revolucionaria.  Pero aquellos años exigían definiciones. La agresión que ejercía la dictadura se tornaba más indecente a medida que su poder era cuestionado con más decisión por las organizaciones populares, que tampoco desistían de utilizar la violencia revolucionaria. Uno de los amigos más cercanos de Mugica, el padre Alberto Carbone, fue encarcelado tras la muerte del ex dictador Pedro Eugenio Aramburu a manos de la organización peronista Montoneros.
La apasionada defensa de su amigo, su antigua cercanía con los fundadores de la mítica organización guerrillera y su actitud frente a la violencia popular que, al negarse a condenarla, la dictadura consideró "poco clara", provocaron también su encarcelamiento.
 En 1967, viajó, en nombre de monseñor Podestá, obispo de Avellaneda (en el Gran Buenos Aires), a Bolivia, para reclamar el cuerpo del Che Guevara e interesarse por la suerte de los prisioneros del ELN (Ejército de Liberación Nacional) detenidos tras la muerte del mítico guerriller.

 López Rega, personaje oscuro a quien se le atribuye la creación de la Tiple A, se encontraba al frente del Ministerio de Bienestar Social cuando Múgica es requerido por el presidente para entrar en dicho ministerio como asesor. Tras muchas vacilaciones y consultas, decide aceptar pensando que desde allí se podía hacer mucho más por la villa. Quería hacer llegar los numerosos recursos de que se disponía en el organismo a los mas necesitados. Pero Lopez Rega era el enemigo.

Renunció al cargo tras muchos enfrentamientos  y al no encontrar respuestas a las demandas villeras.
En la explicación que da públicamente a sus vecinos, dice: “Discrepando fundamentalmente  de la política del  Ministerio de Bienestar Social  en relación con las Villas, ya que les niega a los compañeros villeros toda participación creadora en la solución de sus problemas, renuncio a las funciones de asesor … y trabajaré como sacerdote desde el pueblo y junto al pueblo.”

Cuando colocaron una bomba en la puerta de la casa donde los padres vivian, con la manifiesta intención de asustarles, dijo: “Nada ni nadie me impedirán servir a Jesucristo luchando por  los pobres y su liberación.”

Dicen que sabía que iba a morir. A uno de sus hermanos le dijo que culparían a los Montoneros, pero que a él le iba a matar Lopez Rega.

 
El 11 de mayo de 1974, a eso de las 8 de la noche, tras la misa, sale con algunos colaboradores charlando tranquilamente. Un hombre se baja de un coche y le llama…
El se acerca, y es ametrallado. 14 orificios de bala le llevan al hospital donde muere.


¿Por quién doblan las campanas? Es la pregunta que se hizo Carlos Floria, uno de los más lúcidos analistas políticos, en el diario "El Cronista Comercial". Y respondió: "Tal vez el asesino fuese un mercenario, quizá un alienado ideológico. Quizá haya matado enviado por otros, autores intelectuales del hecho. Tal vez lo haya hecho en nombre de grandes palabras: la patria, el deber, la clase, el partido, la justicia o la libertad. No se sabe. No se sabe si lo sabremos. Pero en todo caso conviene estar en claro acerca de algo que se nos presenta junto a cada tragedia como la presente: que no existen apenas ejemplos en la historia de doctrinas que hayan predicado el empleo sistemático de la violencia, o de mentalidades que la hayan usado de manera también sistemática, de que UNA VEZ ALCANZADO EL PODER, NO HAYAN INSTAURADO UN RÉGIMEN DE TERROR".


          Siempre me he preguntado qué será eso de sentir "vocación", qué es eso de sentir  "la llamada"... Qué fuerza mueve a alguien a dejar de lado tantas cosas para dedicarse en cuerpo y alma al servicio de los demás. Cuál es la naturaleza que se oculta en el corazón de mis amigos curas...

Tengo la suerte de conocer a algunos de estos "villeros" que un día optaron por convivir con los más necesitados y compartir su suerte. A estos curas "Subversivos" o "rojos" o "rebeldes", a quienes lo que les importa es que Jesús se sigue desangrando en los parados, en los desahuciados de sus casas, en los que viven bajo la dependencia de la droga, el alcohol o el juego; en el Gallinero como en las favelas; en los mineros del norte y en los jornaleros del sur; en los que cruzan el Estrecho y en los torturados por la liberación; en los encerrados en los CIES y en los centros de menores que roban las infancias y la inocencia; esos que están luchando para que los niños hambrientos puedan comer, multiplicando los panes y los peces en el milagro diario de que vayan al cole con un desayuno; para que los presos reciban el calor humano de alguien que les considera persona; Esos que incluso perdonan a los que traicionan el amor...
Porque aquí siguen existiendo villas de emergencia, también hay explotadores y explotados, y cuando la negra presencia de tanta injusticia social se cierne gravemente sobre nuestras sociedades, su lucha incansable nos anima a los demás a seguir queriendo cambiar las cosas...

Porque también ahora, la sociedad está a punto de reventar  las costuras...

Ellos son "mis cazadores de utopías", esos que me recuerdan que "los López Rega" de turno no lograrán que se apague el fuego. 
Por eso, de las últimas frases destacadas de Carlos Múgica,  ésta me parece fundamental: “Ahora, más que nunca, tenemos que estar junto al pueblo”…. 

 
¿Cuándo lo entenderán así el Sr. Rouco y sus compañeros?


















martes, 24 de julio de 2012

ESCALINE, MI CANCIÓN AFRICANA.





          "Africa se está muriendo. Muere de bala y de metralla, por las heridas de las guerras, por la omnipresente violencia. Muere de hambre, de sed, de miseria. Muere de enfermedad, de todas las enfermedades. Muere de explotación y de esclavitud. Muere en patera. Muere de desidia. Muere en silencio. Sencillamente, muere."
                                                                   (Gabriel M. Pérez Alcalá)


No había vuelto a ver el mar... Y, como arrastrado hacia el agua, caminó sobre la arena con sus pies descalzos hasta que se quedó quieto, de pie, ante la orilla... Se sentó en el suelo y sintió que unas lágrimas se deslizaban por su cara.
¡Cuantas sensaciones y recuerdos hicieron su recorrido desde su espina dorsal hacia su cerebro en tan solo unos instantes!  Pero la humedad que sentía en sus ojos se debía sobre todo, al recuerdo de sus vivencias y de la gran cantidad de personas que aquel mar se había quedado para siempre, de aquellos que no habían podido llegar a la otra orilla.

* * * * * * * * * * *
     Aún hace mucho calor, tras el tórrido día que ha tenido que soportar. Pero ha llegado a casa, y ahora cruza el riachuelo que le separa del pequeño problado al que se dirige. Allí, se ha sentado junto a su abuelo en la puerta de una humilde casita, escuchando los tambores que saludan la llegada de la noche  con su ritmo ancestral que no tiene en cuenta el tiempo en una sucesión de eternidades que marcan la danza de la vida.

Los niños corren y cantan la canción infantil que aprendieron:

               Awa Yombei, Yombei yo!
                 Awa Yombei, Yombei yo!
                   Yombei taama ña

                         Kajinde ke selendi
                            Kajinde ke selendi
                                     Chipai taama ña


Las risas de las niñas resuenan  a la vez, y el olor de la olla que las madres remueven lentamente les anuncia que hoy van a tener algún alimento antes de tender sus cansados cuerpos sobre la estera en la que pasan las noches.

Al amanecer, con el primer esbozo de luz que en otros lugares tendría un húmedo rocío matutino, este pequeño abrirá los ojos y se levantará, con cuidado de no despertar al abuelo, a otros hermanos, a la madre…  Seguirá a su padre, y ambos recorrerán el sendero hacia los campos de cultivo donde inmensas montañas de cacahuetes esperan  a que ellos los pongan en sacos de 60 kilos sobre sus espaldas para ser recolectados.

      Y un día, el niño se despide de su  gente. Y su padre le dice: "Ni tus padres, ni tus abuelos, ni los padres de tus abuelos, nunca, nadie, ha hecho nada malo; ni ha robado, ni ha matado, nada malo.Tú no lo olvides, porque eres de esta familia".

  Y comenzó a trabajar como pescador en otro país... La Cosecha del Océano le va a proporcionar, tras dos años de duro trabajo, el pasaje en el cayuco hacia la tierra prometida. Hacia  "esa tierra donde todos los blancos tienen un reloj, pero jamás tienen tiempo..." 
  
    Y  tras recorrer caminos en esa geografía del desamparo, sufriendo en su cuerpo y en su corazón el rechazo con que en nuestros países solemos recibir a los desheredados,  llegó a nuestra ciudad... Y en Madrid, batalló contra los bárbaros, como diría J. L. Sampedro, hasta que en un día siguió un rastro que le condujo a un hogar, a una nueva casa, a aumentar su familia querida.

 El dice que ahora es muy feliz, aunque echa de menos a los suyos, porque  "aunque no tenemos nada, mi familia me quiere" ... y él  quiere ayudarles.
Cuando le miro, en mi interior se puede oir una melodia africana:
es ESCALINE, nuestra palabra mágica, y toda la ternura, la luz, el color y el sabor de un continente me inundan...


AFRICA,  la cuna de la humanidad, donde han aparecido los más antiguos restos fósiles del hombre… 

El continente del Kilimanjaro, del Atlas, del Nilo y el Níger….

La del hambre y los buitres y la  de la guerra fraticida.

La de la paz interior  y la del que guarda la pureza de sus raíces.

La de los esclavos trasladados a Occidente y la de la llegada de los colonos que la expropiaron. 

La de los ríos largos y caudalosos, y la de la extrema sequía que cuartea la tierra.

La de las selvas y los desiertos, la de las playas y las montañas bajo la niebla.

La de los niños que juegan a ser niños-soldado, sin escuelas ni cuadernos ni sueños.


 La de los reyes depredadores que esquilman y humillan a sus pueblos haciéndose pasar por representantes divinos y la de dictadores sanguinarios, apoyados por el primer mundo, que masacran a los suyos …

El África de los diamantes de sangre y la de la solidaridad  más desprendida de voluntarios y cooperantes.


La de las mujeres veladas, cubiertas por chador, el hiyab, el niqab, el litam o el burka …  y la de las mujeres desnudas lavando ropa junto al río.


La de las personas sumisas, resignadas, humilladas, y la de los altivos defensores de su tradición y sus clanes.


La del enfermo  que solo come una vez al día, y está, además, débil… Tiene fiebre, pero en este África no se puede acceder a los cuidados médicos salvo que seas “poderoso” y te reciban en los hospitales de los blancos…

El Africa de  Desmond Tutu, que dijo: "Cuando vinieron los misioneros a África tenían la Biblia y nosotros la tierra. Nos dijeron: vamos a rezar. Cerramos los ojos. Cuando los abrimos, teníamos la Biblia y ellos la tierra".

El Africa del Sida, el ébola, los experimentos de laboratorios occidentales y la del jardinero fiel...


El África violada por la violencia  y desprecio de los blancos… La de los invisibles, la de los tragados por el mar convertido en un cementerio de silencio y olvido.

El África sin derechos humanos…

La madre a quien han arrancado a los hijos que deseaba amamantar en sus senos, mientras les cantaba...


"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y así es,  nosotros,  desde el primer mundo, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero dicen que África es un continente: unos 55 países, mil millones de personas, unas 2.000 lenguas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica, llena de vida y de colores.

         Por eso no estamos ante el “paraíso perdido de Memorias de Africa” , que diría 
M. Leguineche.

A pesar de ello, en mis oidos siempre resuenan aquellas palabras de Isak Dinesen:
“Conozco una canción de África, que habla de la jirafa y de la luna nueva africana descansando sobre su lomo, de los surcos en los campos de cultivo y de las caras sudorosas de los recolectores de café. ¿Acaso conoce África una canción que hable de mí? ¿Se agitará el aire sobre la llanura con un color que yo he llevado? ¿O tal vez los niños inventarán un juego en el cual figure mi nombre? “























Toñi.

lunes, 16 de julio de 2012

REGLAS DEL JUEGO PARA HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A MUJERES


REGLAS DEL JUEGO PARA HOMBRES
QUE QUIERAN AMAR A MUJERES


I
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza, 

 
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.

III
El amor del hombre que me ame
será fuerte
como los arboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo;
respetará la tristeza, el silencio...
y con caricias tocará mi vientre
como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir
sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.


VI
El hombre que me ame
hará poesia con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.


VII
Pero sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje
con acciones
y dar la vida si es necesario.
VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes
Podrá gritar -te quiero-  o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.
X
El amor de mi hombre no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco llevándose entre nubes de sueño
y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI
El amor de mi hombre no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio, alimento para crecer y ser mejor, 
como una Revolución que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

                                                      Gioconda Belli .


Fotos: Marian del Toro. Tánger, Tetuan, Chefchauen... (24-6/01/7-2012)

miércoles, 4 de julio de 2012

TÁNGER, EL VERANO


                "Nos sorprendemos soñando  que los tiburones 
                            no son perjudiciales en todas las circunstancias".

 

              Inmersa estos días en la clasificación de notas, apuntes, reflexiones y documentos que he ido recopilando y elaborando en Tánger durante la última semana, encuentro el escrito de Lotfi Akalay, enviado por Ahmed Benani, que me ha hecho revivir sensaciones  y evocar las cosas que también he visto y, además, sonreir a veces gracias a su maravillosa forma de contar la realidad, al mejor estilo de la sátira social, así como apeciar toda la crítica que conlleva. Lo comparto aquí, traducido, y lo adorno  con fotos que acabo de hacer yo misma en esa querida ciudad y sus alrededores.

Tánger, el verano



"Oíd, buena gente, los marroquíes residentes en el extranjero han llegado! Antes de ser MRE, los etiquetábamos con la sigla de Trabajadores residentes en el extranjero, TME, pero son menos numerosos  los que trabajan, la crisis obliga, entonces  la T de trabajo se sustituyó por R de descanso (Repos, en francés).  Además, a las R de descanso,  el MRE  se las  encuentra en un número considerable lo largo de su viaje en la autopista que une Tánger y Casablanca.


Cuando el MRE desembarca del ferry que viene de Algeciras, grande es su sorpresa porque la primera cosa que nota, es que el aduanero tiene dientes. Nuestro emigrado no se había dado cuenta de eso hasta que, por primera vez en su existencia, ha visto  sonreír a un aduanero. Esto es la prueba de que cualquier cosa puede suceder. Pero lo que el MRE todavía no sabe, es que la sonrisa desaparecerá durante  la fase de retorno. Su coche será peinado, y detenido por  la resina de cannabis disimulada bajo los asientos  o en el interior del neumático de repuesto.
Los tres o cuatro primeros días, el MRE conduce prudentemente  su Mercedes de decimocuarta mano. Se detiene en los stops, en los semáforos de luz anaranjada, deja pasar al peatón que no cree lo que ven sus ojos hasta el punto de negar a veces la prioridad que le es concedida de atravesar la calzada, desconfiando y con razón, Consciente de que el combate del frasco de carne contra el frasco de chapa no produce a la ventaja de su bidoche. Nuestro MRE mantiene el celo del civismo hasta estacionarse reglamentariamente, accionar su luz intermitente al comienzo, y todo esto por temor del policía belga o neerlandés que todavía dormita en las circunvoluciones cerebrales de su cavidad craneana. Y luego, de la forma más repentina, una hermosa  mañana de agosto, se despierta sobresaltado. Lo natural se esconde bajo el color cobrizo de su piel, como una urticaria,  con una  brusca erupción  y extiende su prurito Made in Morroco (Hecho en Marruecos): " ¡ pero estoy en casa! ¡ En el país del desorden! ¡ Viva la libertad! " Oh, el caso es que le faltaba aquella libertad, la libertad, está presente, la que querías allá; los vagabundos, para la inmensa mayoría enfermos mentales, deambulan por la calle de la Libertad, que jamás ha llevado tan bien su nombre. Se pasean, con la verga fuera como un cuco suizo, un sexo mugriento que oscila bajo la influencia de la gravedad como péndulo de goma para el que la ley de la gravitación no tiene ningún  secreto, balanceándose  al aire,  también libre.
 
En Europa tales artimañas habrían sido reprimidas por ultraje al pudor; pero aquí, imposible actuar con rigor por esta razón evidente de que para parar al infractor, hay que comenzar con tacto. Como con un cocodrilo. ¿Qué policía se  atrevería a poner su mano sobre la  espesa corteza de roña de este despojo humano? Una única solución: dotar a nuestros agentes de la autoridad de  una red, como a los gladiadores del Coliséo bajo el reinado de Tito


Por tanto,  les decía que el MRE encontraba orgullosamente su identidad, se convierte en marroquí en todo su esplendor. O para su horror, elegir de acuerdo a su estado de ánimo. Desde entonces, una conciencia brutal impulsa a nuestro hombre a la  vez en  el corazón de su égo, su ego y su yo secundario. "Ana", ese soy yo en árabe, de donde viene una vuelta fuerte al estadio "ana". Los semáforos se convierten en meros objetos decorativos que le guiñan el ojo, y "stop" se convierte en  "acelerar". Pero lo que mantiene la preferencia del automovilista por las emocionantes  delicias de la anarquía, es el estacionamiento en segunda o tercera fila para saborear mediante un dirham los higos chumbos que  le tiende el vendedor-mondador mientras suspira por lo mal que conducen los marroquíes, qué poco cuidadosos del código de la circulación son y hasta dónde la falta de civismo aún causará estragos.

Cuando un automovilista levantan el dedo de la bocina, o es para expedirle un torniscón al pequeño Hicham que berrea detrás porque se le negó el quinto chocolate Kinder, o es para limpiarse laboriosamente las profundidades de sus ventanas nasales  y depositar sobre el panel de control el producto brillante  una  vez, quiero decir reluciente, de su cosecha nasal. Nuestro valiente MRE verá menos basura a lo largo de las aceras porque, acudiendo desde las cuatro esquinas del país - que  tiene cinco - los mendigos están  sentados en la misma. Sí, desde los primeros calores estivales, Tánger recibió un cargamento  importante de mendigos como café   fresco  100 % arabicot. Están allí, en cuclillas a los puntos estratégicos, aglutinados a la entrada de las mezquitas y de las panaderías, la mano extendida,  tartamudeando con una voz lastimera que la ida para el paraíso se finiquita  este verano, aquí, en Mendicity.

En la playa, la mujer en bikini de  una pieza, única, que va desde la parte superior del cráneo hasta debajo de los tobillos, permanece inmóvil, envuelta de pies a cabeza  con una tela de un tejido que tiene la alegría de la mirada de un pequeño Kosovar que se entera de que es huérfano. Bajo el quíntuple ojo vigilante de su Serbio-Hutu-Israelín-Afrikaner-Taliban de marido, ella no deja aparecer por  el estricto diminuto microscópico   para no morir de asfixia, más que la nariz, la boca y, accesoriamente, los ojos si el Señor es liberal. Cada verano la bahía de Tánger se se transforma en la bahía de Kabul.

Mientras que su capotable esposa vigila su camada de niños, el marido, barbudo feliz, con su negro vellón ofrecido al sol, se lanza zambullida tras zambullida. ¡ Ah! Que más da que el agua esté fría cuando se es un jefe, un patrón, un hombre en suma. Hace lo que quiere, y su mujer, que  exactamente  tiene los mismos derechos que él, hace,  también, lo que él quiere. Sólo los incrédulos hacen de la mujer un  simple objeto de placer, mientras que la suya es mucho más que esto, ya que  se considera que es a la vez su criada, su modista, su cocinera, su lavadora, su planchadora y, por último pero no menos importante,  su montura. ¡ Hay que saber unir lo útil con lo agradable, que diablos!

En su prisión de algodón-polyester-viscosa, la mujer del barbudo sudando copiosamente, con los ojos clavados sobre la arena fina. Prohibición  absoluta bajo pena de paliza bien merecida, de chocar de frente la mirada lúbrica de los hombres porque Satanás, que dormita en cada una de estas solapadas criaturas, sería capaz de incitarle a contemplar con ojos golosos  el torso velludo y musculoso de los veraneantes. El barbudo resopla en las ondas azules, levanta golpes de mar  de espuma blanca y se aleja a gran velocidad  hacia el mar abierto con un estilo mariposa frenética. Nos sorprendemos soñando  que los tiburones no son perjudiciales en algunas circunstancias

Ocurre que la barbeta entoldada es autorizada a sumergir en el mar su cuerpo hasta el cuello. Cuando sale del agua, el tejido está pegado voluptuosamente a su piel desnuda bajo su atavío, ofreciendo a la vista del público hasta la menor sinuosidad de sus curvas de hembra.Las tetas, los pliegues más íntimos y todas las hendiduras de su anatomía se exhiben con tanta evidencia como los más atrevidos de las películas clasificadas X. 

Una niña de edad de siete - ocho años hace flanes de arena dando chillidos alegres. Risueña y festiva por cuántos veranos todavía antes de que una capa textil, una mortaja semejante a la de su madre, venga recordarle que tiene la desgracia, incurable handicap congénito,  de ser chica y pronto mujer en el país de los hombres, aquí y a perpetuidad sin esperanza de remisión.


Haz pasteles de barro, niña,  diviértete mientras tengas el pecho plano, lejos del peligro que te espera para preservarte de la feminidad que ya patea con impaciencia a las puertas de tus ocho años. Tienes todavía unos pocos,  antes de ser declarada apta para el consumo del macho. Ve allá, mi pequeña, persigue tu gorjeo como un arroyo que fluye sobre las piedras, apresúrate a aprovechar  al máximo la  felicidad estival del mar y del sol, hazlo rápido, rápido,  porque la cuenta atrás ha comenzado. ¿Pero lo sabes,  criatura feliz e inocente? Corre para hacer zambullidas en esta agua que envuelve tu cuerpo endeble e inútil, incomestible porque es aún asexuado, el agua maravillosa del estrecho de Gibraltar, el agua a la cual todavía tienes derecho, una agua donde se entrelazan milagrosamente las tres corrientes, las de mi Mediterráneo, del Atlántico, y  la de las alcantarillas que vierten generosamente en la bahía todo el vaciado humano e industrial de este radiante y sin embargo común día de verano en Tánger".
                                                                                                          Lotfi Akalay.

* Fotos: 24 junio/ 01 julio, 2012. Marian del Toro. Tánger y alrededores.