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miércoles, 21 de noviembre de 2012

CARTA A BUENOS AIRES:


                             Amistad nunca mudable por el tiempo o la distancia, 
                             no sujeta a la inconstancia del capricho o del azar,  
                             sino afecto siempre lleno de tiernísimo cariño,
                             tan puro como el de un niño, tan inmenso como el mar.

                                                                                               ( José Zorrilla)


                   


         Mi muy querida Juana:
         Hace mucho tiempo que quiero escribirte, pero ya sabes, por unas cosas y por otras, se va dejando para un momento más tranquilo...  y éste nunca llega. 
Esta mañana  me ha llamado Alfonso para agradecerme mi felicitación de ayer y me ha contado que tú le has felicitado y ha podido hablar contigo. Me dice que estás bien, que te sientes querida, y eso me llena de felicidad. Sé  de sobra que allá, en tu país, tienes a tu familia, ahora incluso a tus hijos y a sus chicas,  y seguro que a grandes amigos ya…
Me alegro por supuesto de tu felicidad, es más, tú que tanto la mereces, ya iba siendo hora de que pudieses sentirse bien. Pero no olvides que aquí se te echa mucho de menos… Todavía a veces me parece normal decir que podemos pasar por la pizzería a tomar algo, hasta que me doy cuenta de que ya no… ya no estás ahí.
Desde nuestra distancia, siento y rememoro  situaciones que hemos vivido muy “en carne viva” las dos, y hemos compartido confidencias y dudas, y algún que otro secretillo. Hemos luchado juntas por comprender cosas, por entender a algunas personas, por acercarnos a otras.
Y te doy las gracias por todos  los momentos que hemos compartido, esos momentos llenos de sentimientos y pensamientos y secretos, y risas y sobre todo, tu amistad. Y gracias por tu tiempo para sonreír y mostrarme tú afecto, por dejar que yo te escuchara ...

Por diversas circunstancias, hay en mi vida ahora más silencio que antes.  Y también  paso más tiempo mirando los mapas. ¡Qué lejos estáis algunos de los más mios!
Ausencias repetidas en seres amados que han partido antes, algunas inesperadamente, algunas ausencias de amor también… Y las despedidas son dolorosas,  porque siento lo mismo que ya dijo el poeta  Sabines, que  “la eternidad se nos acaba” y cada vez cuesta más rescatar ilusiones de las etapas que se han ido. Aunque yo siempre guardo en el corazón el recuerdo, la esperanza del  haber vivido entrelazada con mi gente, con aquellos con los que me ido encontrando en el camino, y que, como tú, me llenasteis de cariño y de amistad.  Y que me han hecho sentirme hermana  y amiga.
       ¿Y qué contarte de mí?
       Que hace unas jornadas fui feliz en el desierto… Que encontré esa felicidad con mayúsculas, que dicen que no existe, pero ya sabes,   “Después de la alegría viene la soledad, después de la plenitud viene la soledad, después del amor viene la soledad…. Y la frontera de palabras no dichas… Pero después de la alegría, de la plenitud y del amor viene la soledad conforme…”

            Que ahora voy menos veces a la parroquia, que los turnos de trabajo me tienen desplazando otras actividades mucho más interesantes;  que cuido de mi madre, como ella lo hizo de mí en otros tiempos; que comparto más complicidad con mi hija, a medida que ella se va haciendo más mujer; que uno de mis chicos vendrá en un permiso carcelario a casa en Navidad, y que tengo ganas de abrazarle y de decirle que le seguimos queriendo, y ver qué destrozos han hecho en su interior tanto tiempo de prisión; que en España seguimos luchando contra casi todo, porque esto se ha vuelto ya inhumano, la crisis asfixia a los de siempre, pero también a otros porque aquí ya no hay paz para nadie… En fin, la cotidianidad a veces es rutinaria, pero siempre tengo la suerte de contar, como bien sabes, con amigos comunes que son mi tesoro.
 Me cuentan de ti que andas en amores, que tienes “chico” y yo, sonriendo, imagino en tus manos otoños y primaveras enamoradas. Porque tú eres “inevitable amor”…
Y siento  tu claridad “hasta en los ojos cerrados”  y espero y deseo que dure mucho tu estado de amor, que aunque nada es eterno, para ti lo sea; y que el afortunado, sepa cuidarte y mimarte, y te comprenda y te adivine, porque tú lo mereces…
Dale muchos abrazos a esa preciosa madre que tienes, a tus hijos, a los que también tengo gran cariño y tú escríbeme. Envía un correo con todas tus novedades, con tus estados de ánimo, porque, aunque lo hayas dudado alguna vez, te quiero mucho y eres mi hermana  y necesito saber cómo te va, y me gustaría volar a Buenos Aires en un instante para poder compartir contigo un helado, una cerveza en un boliche  y una música de tangos en cualquier garito al que me lleves… Y sobre todo, esa alegría que sé que sientes, la constatación de que para ti la soledad ya es algo lejano.

Un beso grande, mi niña, y hasta pronto.
                                                  Toñi
***
Gracias a Salinas, Benedetti, Sabanes,... por prestarme algunas palabras.


















martes, 6 de noviembre de 2012

PARADOJAS....



                                              "¿Qué podemos hacer por un mundo más justo y mejor?
                                Si quieres realmente hacer algo, encontrarás el camino.
                               Si quieres realmente no  hacerlo, encontrarás la excusa."
                                                                                                                    (Proverbio árabe)




     Hoy, 4 de noviembre, se celebraba el día de San Carlos Borromeo,  ése que es Patrón de la Banca y de la Bolsa, el Obispo de Milán que duerme incorrupto en una urna de plata, regalo de Felipe IV,  como descubrí hace poco tiempo al visitar la catedral de dicha ciudad.
    Desde luego, en estos tiempos, no se quejarán de su santo patrón los banqueros y especuladores del tan famoso juego financiero,  a tenor de lo bien que les van las cosas, a ellos sí, a cuenta de tantos otros a los que se les despoja de lo más necesario: casa, salud, trabajo, paz social…  ya que, ejercicio tras ejercicio, vemos con enorme asombro  que a pesar de lo mucho que hablan de crisis  y de que el sistema financiero se derrumba, a continuación se apuntan increíbles beneficios  en sus entidades.
    ¡Qué paradoja, que nuestra parroquia (ahora llamada capellanía por orden eclesial),  hogar y refugio de tantos desarrapados, lleve su nombre!
     Bien es verdad, que el santo, del que cuentan que tuvo ocasión de demostrar su talento a la muerte de su padre, con apenas 20 años, haciéndose cargo de la hacienda familiar, y que destacó en saber llevar los asuntos vaticanos en el siglo XVI,  con gran acierto desde el punto de vista papal, acabó su vida como obispo de Milán pobre y compartiendo sus bienes con los demás.
          Hoy nos hemos reunido en San Carlos para celebrar un encuentro muchos de los que pasamos por allí, ahora y tiempo  atrás, para comer juntos  y achucharnos cariñosamente, en ese apoyo que solemos darnos unos a otros, no exento de tensiones a veces, propias de tanto y tanto desgaste.
Y lo hemos hecho en ese local que lo mismo sirve para “un roto que para un descosido”:
         Para bodas entrañables de los que quieren testimoniar su  amor,  como para despedidas desgarradoras de aquellos con quien tanto quisimos.
         Para reunión de asambleas vecinales,  como para escenario de charangas de las escuelas de música.
          Para celebración del pan y del vino, en fraternal comunión, como para compartir el pan y el vino en torno a la mesa de los amigos que buscan un mundo más justo y solidario.
    Para buscar a través del baile una vida más armoniosa y dedicarse un rato a la autoestima, como para hogar y techo de los que han sufrido la barbarie del derribo de su casa.
    Para la realización de cursos, jornadas y seminarios con participación de todas las comunidades autónomas, como para sede de denuncias de toda situación injusta de la que se tenga conocimiento.
     Para la presentación de libros sobre lo humano y lo divino, pero siempre llenos de vida y de experiencias, como para testimoniar a través de fotografía y cine, la realidad cotidina de este mundo nuestro.

         Para portal donde los Reyes Magos repartan juguetes a manos llenas a los niños que,  por no tener dirección de correo adecuada, no figuran en el reparto habitual en la noche de ilusión de sus majestades, como para despacho improvisado de abogadas que, sin ninguna remuneración, ponen todo su saber al servicio de que la ley respete los derechos de las personas.

      Y es que, como ya se ha apuntado tantas veces, hay una iglesia que se arrodilla en reclinatorios de cojines de terciopelo rojo y otra que se levanta para dar el desayuno en poblados de chabolas hechas de madera. Una iglesia coronada de oro en sus mitras y la otra que vive con los de los suburbios de las ciudades, compartiendo lo que hay.  Una iglesia cuya moral tiene mucho que ver con conceptos abstractos alejados de la  humanidad, y la que, abierta a toda persona y a sus condiciones, grita indignada ante el desastre humano que supone una crisis de la que no son responsables precisamente quienes más la están sufriendo.

        Pero es que también hay personas que viven encerrados en su burbuja de cristal, mirándose su ombligo, y otras que nunca se acuerdan de que lo tienen, ocupadas tan a diario en correr la misma suerte que los que les rodean.
       Aquellos que se ponen la venda en los ojos para no ver lo que ocurre a su lado y los que intentan desprenderse de corazas porque es la única manera de ser realmente humano y persona.
       Y están los que piensan que “a mí no me van a tocar”... y los que piensan que si cae el otro, caemos todos juntos.
       Los que amurallan no solo sus bienes, también su corazón, y los que derriban fronteras, si no se puede físicamente, haciendo surgir túneles por los que llegar hacia otra luz.
        Muchos nos encontramos a veces en este lugar,  donde quien pasa por allí no reza a los dioses como se reza en las grandes sequías para que vengan las lluvias… sino donde alguien siempre, te ayuda a vencer los miedos, los vértigos del compromiso, o al menos, te da la mano para recorrer el camino de la forma más cercana posible. Donde constatamos  que las relaciones de cooperación social generan afectos, vínculos, símbolos, cuidados, ideas, pluralidad, y, sobre todo, riqueza, esa que no puede reducirse a la cuantía económica, sino que es riqueza social, necesaria, imprescindible...

       Como dijimos ya en algún lugar cuando intentaban cerrar y silenciarnos,  desde esta "plataforma, espacio, comunidad, asamblea (reconozcámosla como mejor nos signifique)  fuimos formulando nuestra fe en las personas: la acogida incondicional como seña de identidad comunitaria".

           Es San Carlos un lugar, donde aún, nos alimentamos con el pan de la utopía.


   Y a cuento de las reflexiones sobre el amor y el amar, que hemos hecho hoy en la celebración, recuerdo esto que vi en las redes:

En momentos tan mezquinos como este
tan hedonistas, tan sufridos, tan precarios,
tan hipotecados de por vida...

En tiempos desconfiados, descarnados...
se puede amar? ...

Hay una rebeldía inconclusa que se abre paso
desde el centro de la tierra,
que socava el cemento citadino,
con brutalidad y belleza

Una que desconoce policías y fallos judiciales,
desconoce leyes migratorias y estatus socioeconómicos
Un anhelo de toda tu vida
De toda la mía…

Un anhelo de desnudez
un anhelo de belleza y decisión valiente,
un anhelo de ruptura,
un anhelo de rebelión,
Un anhelo de arrasar para salvar el mundo …"
           (Publicado por asur en Trinchera digital sur)